El concepto UX tiene muchas definiciones, y cada vez son más extensas. Y es que, a pesar de que esta disciplina comenzó a utilizarse en el diseño de páginas webs y apps, su implementación se extiende cada vez más a todo tipo de sistemas.
Lo primero que se debe tener en cuenta a la hora de definir UX es qué significan exactamente estas siglas. UX es el acrónimo de la expresión inglesa user experience, que significa «experiencia de usuario». La experiencia del usuario a la hora de interactuar con un sistema digital puede ser negativa o positiva, y su percepción del producto depende de varios factores.
Definiciones y conceptos de UX
Podemos separar la definición de UX en 3 conceptos básicos.
- UX como un proceso.
No se trata de algo estático; un buen desarrollo de UX involucra una serie de etapas para garantizar la calidad de un producto. Es necesario conocer las necesidades del cliente o de la marca, debe hacerse un user research para investigar las audiencias a las que va dirigido el producto y conocer sus necesidades, comportamientos y conductas. Debe hacerse una planificación y diseño de la estructura de las páginas así como una planificación del aspecto visual de las mismas.
- UX como la manera en que el usuario percibe, siente o interactúa con un sistema o servicio.
Se trata de la sensación del usuario cuando está en contacto e interactúa con una web, una app o un sistema. Todo lo que percibe en el momento de comprar un producto online, navegar por una página web o moverse por las opciones de una interfaz digital son ejemplos de experiencia de usuario. Pero UX no es solo usabilidad, una pantalla puede ser usable, pero no generar buena experiencia de usuario.
- UX como un grupo de disciplinas.
No se centra exclusivamente en el aspecto visual de una web o una app. UX abarca otros oficios que son necesarios para lograr una experiencia de usuario exitosa: interacción, arquitectura de la información, animación en diseño y estilo de comunicación. Este conjunto tiene como resultado un producto mucho más sólido con el que el usuario interactuará de manera más fluida. Un producto de UX debe tener look (ser atractivo visualmente), feel (el usuario debe sentirse cómodo a la hora de interactuar) y usabilidad (debe existir un propósito).
Feedback y continuidad: la clave
Un producto de UX es un producto vivo y es indispensable medir la efectividad y recibir feedback a través de plataformas como analytics y tests de usabilidad.
Esta fase es constante, ya que a lo largo de la vida del producto deben introducirse mejoras periódicamente capaces de dar respuesta a las necesidades específicas que demandan los usuarios finales, aportando la mejor experiencia de uso y el mayor grado de satisfacción posible.